El trabajo en la oficina puede acarrearnos aumento de peso, pérdida de sueño o estrés y por eso, una parte imprescindible para cuidar nuestra salud es hacer ejercicio regularmente. No hay duda de que hacerlo después de un cansado y largo día en la oficina puede ser duro, pero ¡nadie dijo que fuese fácil!. ¿Cómo combatir nuestro instinto de llegar al sofá y tumbarnos con un paquete de patatas fritas? Una vez que empiece, es fácil.
¿Cómo empezar?
Toda rutina eficaz de ejercicio empieza con un combinado de ejercicios aeróbicos y otros de fuerza, ya que estos son los pilares de un estilo de vida saludable. Qué tipo de ejercicios aeróbicos o de fuerza depende de usted, su edad, experiencia, gustos, tiempo disponible y su forma física. Con ejercicios aeróbicos tres veces a la semana y levantando peso ligero el resto de días conseguirá un mayor bienestar.
Una hora más
Empiece por añadir una hora más a sus horas diarias de sueño. Esto hará que mejore su humor y se vayan esas ojeras y más adelante, siga por encontrar tiempo para el ejercicio. Si ha decidido que correr puede ser su opción, hágalo por la mañana. No hay nada más eficaz para comenzar el día que un chute de energía y eso puede tenerlo con 30 minutos de carrera suave; pero no se asuste. Puede empezar con 10, 15, 20 o inluso 30 minutos al día e ir aumentando 5 minutos más cada semana. Marcar un tiempo semanal le ayuda a que el proceso sea más fácil y a no tener que luchar consigo mismo/a para decidir cuánto tiempo correr cada día.
No pare
Nuestros cuerpos están hechos para moverse y no para estar sentados horas y horas en un mismo sitio, pero tambien tardan una media de 2 semanas para coger un hábito. Así que empiece ya creando buenos hábitos porque tarde o temoprano no harán sino ayudarle. Oblíguese a hacerlo durante dos semanas y después, cuando se haya convertido en un hábito, lo agradecerá.
Incorpore ejercicios de fuerza
Tener pesas ayuda, pero no tiene que comprarlas sino las tiene: busque algo similar que le permita hacer esa clase de ejercicios para ir acostumbrando a sus músculos para después hacerlos trabajar cada vez más y contruir una masa muscular sin ningún gramo de grasa. Intente trabajar tanto la parte inferoir como la superior de diferentes formas, con diferentes ejercicios y en diferentes tiempos y repeticiones.
Vigile su alimentación
Todo el mundo sabe que el número de calorias que comemos y las que quemamos determinan cómo es nuestro cuerpo. Sin embargo, no es tan sencillo como eso: el tipo de comida que comemos es tan importante como la cantidad de energía que éstas nos proporcionan. Una regla muy simple es comer un poco de cada uno de los grupos de alimentos incluyendo cada vez más frutas y verduras.
La clave está en el equilibrio
Para que un programa esté bien planeado, éste debe ser equilibrado. Haga un registro y control de su rutina, al menos durante el tiempo que necesite para organizar sus prioridades. Esto puede ayudarle a motivarse en esos días en los que sólo quiere tumbarse en el sofá a picotear algo, ya que cuando le eche un vistazo al calendario y vea todas esas cosas que hacer, sentirá que tiene que de hacerlas.
Al fin y al cabo las decisiones que tomamos hoy crearán la persona en la que nos convertiremos mañana, así que elija bien.