En la última década, la tecnología de las impresoras ha avanzado enormemente, transformando de forma radical la experiencia al digitalizar un documento, al traspasar una imagen y al realizar una copia. Parte de este progreso tiene relación con la impresión offset, técnica que toma elementos de la litografía y que se ha popularizado en la actualidad.
En términos generales, se trata de la aplicación de tinta líquida sobre una placa metálica que va pasando a través de un sistema de engranes y rodillos por donde circula el papel, dando como resultado la impresión. Recibe su nombre a raíz de la práctica indirecta con la que imprime, ya que los rodillos mojan de tinta las zonas donde se reproduce la imagen para luego seguir con el cilindro ilustrador por donde finalmente pasará la hoja.
La impresión offset es un método utilizado en grandes tiradas de volúmenes al imprimir, en los trabajos de imprentas principalmente. Puede copiar miles de productos en sólo minutos. Es por este motivo, contempla una ventaja en comparación con otros equipos, ya que muestra evidentes resultados positivos en calidez, costo y rapidez.
Offset versus la impresión digital
El principal medio de comparación de la técnica al imprimir es la impresión digital. Sin embargo, la impresión de tipo offset posee claras ventajas en lo relativo a la calidad de las imágenes, que incluso son superiores a la digital. Y a diferencia de otros métodos, esta suele causar menor impacto sobre el papel. Acá, además, el color no suele sufrir modificación alguna y se puede combinar con tintas personalizadas.
En tanto, otro punto de comparación es que la impresión offset trabaja en múltiples superficies, lo que ha abierto nuevos mercados para comerciantes y emprendedores. Esto porque permite grabar en papel, madera, tela, metal, plástico, cuero, loza y muchos otros artículos.