Iniciar un negocio propio es el sueño de quienes poseen espíritu emprendedor, los que esperan materializar sus ideas y vivir de los beneficios que éstas le proporcionen. En esta primera etapa, algo muy importantes es escoger el nombre que utilizará la empresa para posicionarse en el mercado.
En cuanto a esta denominación, es recomendable dejar fuera la opción de mantener el nombre que se le ha dado a la sociedad, en términos legales. Éstos suelen ser el o los apellidos, seguidos de la abreviación correspondiente al tipo de sociedad que se ha formado, cualquiera sea el caso, no es atractivo visualmente.
La tarea de escoger el nombre de su negocio no debe ser tomada a la ligera, hay que pensar en que ese será el nombre con que los clientes y proveedores se refieran a su empresa, el que le permitirá diferenciarse de la competencia y será la base del desarrollo de su marca e identidad corporativa.
Dada la relevancia, a continuación se entregan algunos tips, recomendaciones a tener en cuenta para que haga una elección idónea:
- Nombre único y descriptivo
El el nombre se debe plasmar la ventaja principal que el cliente tiene al adquirir el producto, éste debe hablar de la empresa, lo que ofrece y qué se obtendrá al preferirla. Debe describir el producto, un nombre que suene bien pero que no dice de qué se trata el producto o servicio, no servirá para posicionar a la empresa. - Simple y corto
Cuando hablamos de describir el producto en el nombre, no se trata de armar toda una frase. De hecho éste no se recomienda que tenga más de dos palabras, debe ser algo sencillo, fácil de memorizar y de pronunciar. - No asociarlo a la ubicación geográfica
Poner en el nombre el lugar o comuna donde se ubica el negocio puede ser muy efectivo allí, pero ésto limitará sus opciones de expansión cuando la empresa crezca. Por ejemplo si el nombre es “Supermercado Santiago”, ésto no funcionará en caso de que el negocio luego se quiera expandir a otras regiones.
Algo similar ocurre cuando se incluye una tecnología específica al nombre, si esa tecnología queda obsoleta en 5 años, también su empresa parecerá obsoleta. - Tipos de nombre
La denominación de la empresa puede ser clasificada, principalmente, en cuatro tipos:
– Aludiendo el apellido: esta es una manera formal y simple, puede verse como algo poco arriesgado pero si el apellido es sencillo de leer pero poco común, éste puede funcionar muy bien.
– Referencia directa al producto: esto ya es nombrar al producto como tal, es una estrategia que funciona muy bien pero que ya las grandes marcas han acaparado.
– Conceptual: este, más que señalar el producto, lo que hace es desarrollar un concepto asociado a él. Para comprender mejor se puede pensar en ejemplos como Maxiahorro, Super tienda, y otros de ese estilo.
– Creativo: en estos casos se saca todo el partido a la imaginación de quienes desarrollan la marca. Se trata de nombres que pueden o no estar relacionados al producto pero que son 100 por ciento fantasía, pueden ser sílabas iniciales de sus componentes, por ejemplo.