Cómo conseguir el éxito no es algo tan sencillo como seguir unos simples pasos. Por eso, esta no es una guía de cada uno de los ingredientes que, milagrosamente, nos llevarán a conseguir el éxito. Pretendemos, en realidad, detallar minuciosamente aquellos factores que realmente son esenciales para saber cómo alcanzar una meta: en este caso, una carrera de éxito.
El siguiente artículo es una estrategia para ser capaz de conseguir todos nuestros propósitos y metas marcadas. Se trata de una visión global basada en experiencias personales, la investigación de las técnicas más utilizadas y en general de analizar cómo el cerebro humano procesa la información.
El poder de la mente
Para empezar, es importante recordar la capacidad que posee el cerebro humano para superar cualquier obstáculo. La mente tiene el poder innato de alcanzar cualquier meta, por ello, los sueños son importantes. Es importante que se organice y establezca los pasos a seguir hacia esa meta ya que eso guiará sus pensamientos en la dirección correcta. Al fin y al cabo es el cerebro el que controla nuestras acciones. Su mano no llegaría a ese pedazo de pan, si su cerebro no le dijese que usted lo quiere. Aprender a controlar la actividad electrónica que se produce en el cerebro, puede parecer al principio una tarea imposible, pero en realidad usted ya lo hace todos los días al buscar la motivación para cada propósito. Por ejemplo, usted se despierta cada mañana para ir a trabajar, porque con eso obteniene un sueldo que utiliza para comprar alimentos, que es vital para su supervivencia. Es todo un proceso mental que se realiza paso a paso.
Sea muy específico
Decida qué es lo que realmente quiere lograr aunque no sea una tarea fácil. Decir “yo quiero tener éxito” es demasiado ambigüo. Debe especificar exactamente qué es por lo que va a trabajar. Sea tan específico como sea posible en la definición de su objetivo. Para ilustrar esto, pongamos un ejemplo: si una mujer aspira a bajar de peso, no debe nunca formular sus pensamientos en torno al resultado final. Debe claramente estructurar su argumento en torno a los medios que necesita para lograr este resultado. Es decir que en vez de decir: “yo quiero perder X cantidad de peso para la fecha X, con el fin de lograr el objetivo X”, debería detallarse el objetivo más paso a paso. En este caso, se debe especificar el objetivo X. Por ejemplo: “para llevar una vida más sana” es demasiado amplio. Cuanto más específico sea el objetivo, más fácil es decidir cómo llegar a alcanzarlo. Por ejemplo, la meta podría definirse como: “para bajar el colesterol y los niveles de azúcar en la sangre con el fin de tener más energía”. Esto permitirá entender mejor cada meta, y así encontrar maneras más fáciles para lograrlo. Al dividir y especificar los objetivos, se debe trazar un plan de acción. En lugar de un gran objetivo que lograr, es preferible tener 5 o 6 pequeñas metas. Una vez definidas, procederá a trabajar cada una de ellas en orden de importancia. Poco a poco, irá completando con éxito cada una de ellas, hasta lograr el gran objetivo final. Esta es la estructura final que debemos seguir para alcanzar con éxito una meta.
Divida
Para comenzar, defina en qué quiere tener éxito. Es necesario especificar exactamente en qué ámbito va trabajar para establecer un plan de acción. Se trata de trazar una ruta hacia su destino atravesando diferentes puntos de referencia. Por ejemplo, si usted decide que quiere trabajar para una empresa específica, divida esta misión en pequeños tramos. ¿Cómo? En primer lugar, investigue todas las calificaciones necesarias para ser candidato: la formación académica, la experiencia necesaria, el conjunto de habilidades deseadas por el empleador y, además, el tipo de competencias. Cada una de las calificaciones requeridas se convierte entonces en una pequeña meta. Una vez que todas estas pequeñas tareas se hayan completado, se habrá convertido en el candidato ideal y alcanzará la meta: el trabajo deseado.
Divida aún más
Para alcanzar cada meta, se debe estructurar una lista, de principio a fin. En primer lugar, se debe tener la formación adecuada, después la experiencia adecuada. Aquí tenemos definidas dos metas pequeñas. Dividir cada pequeña meta en otras misiones más sencillas es necesario para enfrentarnos a ellas de forma más fácil. Para obtener la formación adecuada, debo completar mi formación con los cursos de “ofimática” y “diseño”, por ejemplo. Ahora tenemos otras dos pequeñas tareas dentro de una mayor. Para obtener una buena puntuación en el curso, debo preparar bien todas las materias. Para ello, debo estudiar todos los días durante una hora. Debe continuar dividiendo las tareas hasta que sean lo suficientemente pequeñas como para ejecutarlas con facilidad.
Esta técnica es aplicable para el éxito en cualquier situación: metas de salud, objetivos de carrera, objetivos personales… Cada persona es diferente, pero las maneras de abordar un camino hacia el éxito son las mismas. Pruebe esta técnica para completar las misiones que parecen imposibles. Lograr que las metas sean más pequeñas y manejables, puede ayudarle a lograr las tareas que pueden parecer áeduas y complejas. ¡Confie en usted mismo/a!